Helsinki es conocida principalmente por ser una capital moderna. A diferencia de las otras capitales europeas, Helsinki no tiene mas de 500 anos lo que hace que la arquitectura y los edificios aqui presentes sean relativamente nuevos y ya que el precio del metro cuadrado es extremadamente caro, los espacios siempre encuentran la manera de renovarse en la ciudad y rara vez ves edificios abandonados. Por esta razon me sorprendi mucho al saber que aqui existe no una casa pero un pueblo fantasma y que ademas, esta en plena ciudad. Este pueblo se encuentra en medio de un bosque urbano, en lo alto de una colina por la que hay que caminar por un pequeno camino en el medio de una frondosa vegetacion por unos 10 minutos, este pueblo se llama Kruunuvuuori y se situa en una isla al frente de Helsinki con vista al mar.
Kruunuvuori no se visita como se visita un centro comercial o un parque . Al visitar este lugar, hay que partir del principio que no es solo una casa pero son decenas de casa abandonadas y tanto su historia como el destino de sus habitantes son un oscuro misterio. Ninguna persona abandona su casa sin razon alguna o con alegria, aun mas en un lugar tan caro por lo que la energia que reina en este pueblo desde el momento en el que entras en el bosque es de tristeza y desolacion. Las casas fueron construidas en los años 1800 y se encuentran relativamente cerca las unas de las otras . Estan en mal estado, algunas aun conservan el techo, otras estan intactas y otras han cedido al paso del tiempo y yacen desplomadas en medio de un terreno vacio. Las casas mejor conservadas guardan en su interior los rastros de los antiguos habitantes, la mayoria tienen los muebles (camas, sofas, armarios) las cocinas de hierro o bien los objetos de las familias (juguetes, cojines, tapetes, zapatos), y todas las casas aun las mas destruidas guardan en su interior periodicos y revistas que en su gran mayoria son de los años 70, por lo que puedo suponer que fue por esta epoca que sus habitantes se fueron.
Una de las casas esta completamente intacta y tiene en su interior todos los objetos de los habitantes como vasos, ropa, velas e incluso botellas. Los artistas callejeros han descubierto estos lugares y han hecho grafitis que de cierta manera se acoplan magicamente con estos espacios olvidados.
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