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jueves, 13 de marzo de 2014

Lecciones del invierno

Los que venimos del trópico no sabemos lo que es tener cuatro estaciones y mucho menos lo que es vivir un invierno. Recuerdo mi primer invierno en el sur de Francia donde las temperaturas bajaron a 5 grados, los días se hicieron más oscuros y descubrí los chocolates, raclettes y tartiflettes que me trajeron unos 10 kilos extra. La factura de la calefacción me costó un ojo de la cara y me puse pálida y me deprimí. Y eso que hacía sol todos los días. En Bogotá (mejor conocida como "la nevera") le tenemos pánico al frío: nos enruanamos con 9 grados, nos asustamos de que nos coja el chiflón o de torcernos por el frío, y nuestras mamás nos ponen 30 bufandas encima para salir dos minutos a la calle. Por eso no me alegré mucho ante la idea de vivir en Helsinki, la capital mas nórdica del mundo, donde la nieve llega desde noviembre y se queda hasta abril y las temperaturas pueden llegar hasta -25 grados. 9 grados? Hacen fiesta y salen en bikini. Como hacen? He redactado una guía de supervivencia para todos los tropicales que se quieran aventurar al ártico.


Antes que nada, no hay que asustarse ante la idea de -25 grados porque la verdad es que a diferencia de nosotros latinos, las personas aquí pasan muy muy poco tiempo en la calle, sobre todo en invierno. Las casas tienen todas calefacción así como los buses y los metros, y los apartamentos estan muy bien aislados, tanto que en el verano llega a hacer mucho calor, porque están hechos para enfrentar el frío. De hecho el frío se siente menos aquí que en los apartamentos franceses o casas bogotanas que no conocen la calefacción y toca enruanarse.

Hay que saber comprar una chaqueta. Antes de la llegada del frío le pregunté a todos los finlandeses que conocí cuales eran sus requisitos para una buena chaqueta e hice una suma de todo para establecer la chaqueta perfecta: de plumas, impermeable, larga, con capucha y gorda o sea que sí te ves como michelín, perfecto!

Lo más díficil es la falta de sol. En diciembre hay días en los que sólo hay 3 horas de luz al día y más al norte no hay luz durante varios días. Esto afecta muchísimo la mente y el cuerpo y no es raro deprimirse o sentirse super cansado. Nunca en mi vida había extrañado el sol porque siempre lo tenía encima pero por primera vez en mi vida lloré durante varios días desesperada de no ver el sol. Fueron tres meses de oscuridad pero el sol volvió a salir en marzo y la luz dura 12 horas así que el cansancio y la depresión son menores. El único consejo para sobrevivir es tomarse por lo menos una semana de vacaciones en un lugar soleado en invierno. Ninguna vitamina D puede reemplazar al sol. 

Los finlandeses cambian con el clima: cuando hace sol son sonrientes, muy activos y hasta amigables pero en invierno son más hóstiles que un león de zoológico. El clima es un tema crucial en sus vidas y el invierno es la peor epóca para hacer amigos o incluso hacer conversación, sobre todo en las mañanas. Comprobado.

Como los finlandeses basicamente reservan su año para hacer de todo solo en el verano, varios lugares como parques naturales o pueblitos turísticos insoportablemente llenos en verano están vacíos en invierno y son aún más lindos. Sólo hay que abrigarse bien.

Aquí hay muchas tradiciones invernales, como el día de Santa Lucía en el que celebran el regreso de la luz, la época de navidad en la que toman vino caliente y comen estrellas de navidad y galletas de gengibre, o el " día de deslizarse en la nieve" en la que te comes un pan dulce relleno de almendras. Todas estas tradiciones claramente acompañadas de un sauna hirviendo y un baño helado al salir lo que hace al invierno más soportable.

Mi invierno fué bastante suave pero puedo decir con orgullo que sobreviví y aprendí varias lecciones para los años que vienen. Y llega a ser hasta agradable a pesar de la falta de sol pues la sensación de llegar a una casa calientita después de caminar con -20 grados es indescriptible. A ver si me vienen a visitar en invierno! 

1 comentario:

  1. Gracias por compartir, Lau! A mi me hacen mucha falta las estaciones - siento que no hay nada para marcar el paso del tiempo. Y cuando hablas de llegar a la casa calientita después de estar afuera en el frio - uff no hay mejor sensacion!

    Y luego cuando viene el sol realmente lo aprecias mucho mas cuando has aguantado el invierno.

    Pero dicho eso, estoy muy feliz de que voy a llegar al principio del verano después de casi dos años de eterna primavera!

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