Translate

jueves, 18 de octubre de 2012

Hijo independiente o hijo "bon bril" ?



Cuando tenia 17 años me fui a vivir sola pero mas por obligación que por opción (pues hice la universidad en Francia), así pichoncita tuve mi inicio a la vida adulta. No sabia usar una máquina de lavar ropa, pagar facturas o hacer un cheque. No sabía hacer mercado, manejar mi presupuesto o planchar. Mi primer giro me lo gasté todo en ropa y dulces. La destetada fue dura, además porque cumplí 18 años acabada de llegar en una ciudad en donde no conocía a nadie, y pasé mi cumpleaños sola. Sin embargo,  poco a poco me fui acomodando a la vida adulta, dejé de comprar TANTAS pendejadas para basarme en lo básico (con una tacañería que hoy en día me sorprende) y la vida sola me empezó a gustar ofreciéndome el dulce sabor de la libertad. Cada vez que venía a visitar a mis papás a Colombia me sentía agobiada después de un tiempo con tantas atenciones, preocupaciones, y sobre todo con esa idea que tienen de que todavía eres un bebé.  El choque mas fuerte fue hace exactamente un año, cuando después de terminar mi master decidí no seguir con el doctorado y devolverme a Colombia un tiempo. No fue fácil volver con mis papás.

Primero, estaba el control. Con quién va a salir, qué va a hacer, no salga tanto, tiene que llegar temprano, tiene que estar aquí todos los domingos, busque trabajo, etc, etc. Es como volver a ser una niña. Perder la libertad que alguna vez conocí era muy difícil y me sentía sofocada, así que con mi pequeño salario decidí salir de mi casa para recuperar mi tan anhelada independencia.

Ha sido complicado sobre todo  nível presupuestal pues ya el salario me alcanza básicamente para la comida y las cuentas. Y a veces se me olvida comer, tanto que el otro dia una tía me trajo mercado porque me vió muy flaca. La REsalida de la casa de mis papás marcó el regreso de las (pagar cuentas, limpiar, nutrirme sin caer en la comodidad de comer porquerias) pero también de la libertad (poder caminar al trabajo, llegar a la hora que quiero, comer lo que quiero, tener un infinito desorden sin reclamos y recibir a quién quiero). Para mi es un paraíso y no entiendo como tantos jóvenes de mi edad pueden todavía vivir con los papás bajo la excusa económica. Los argumentos son válidos: la ventaja de vivir donde los papás es la de siempre tener mercado en la nevera, la ropa limpia, alguien con quién hablar, o no tener que pagar facturas, pero esto es caer en la comodidad y el conformismo. Si tenemos trabajos con salarios decentes y veintitantos años, ¿Qué hacemos detrás de las naguas de nuestra mamá? y ¿Cuando pensamos volvernos adultos?  Entre más nos quedamos, más nos amañamos y más nos parece absurdo vivir solos. Además para nuestros papás , el hecho de irnos ya sea que tengamos 17 o 50 siempre va a ser difícil y siempre habrá drama familiar aunque te critiquen infinitamente desde los 18 por ser un hijo "Bon Bril", entre más rápido mejor, antes de ser comparado con una esponja.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario